Tourrettes-sur-Loup es un encantador pueblo medieval que no deberían perderse si viajan a la Costa Azul, ya que se encuentra a 14 kilómetros del mar, entre Niza y Cannes. Situado en un espolón rocoso en medio de un exuberante paisaje, destaca destaca con sus imponentes casas-muralla del siglo XVI que dominan el acantilado. Es conocida como la “Ciudad de las Violetas”, ya que la cultivan desde hace casi un siglo; de hecho, constituye una de las principales actividades del pueblo, y todos los años en marzo se organiza una fiesta en su honor con carrozas decoradas (corsos fleuris) y batallas de flores.
El casco antiguo de Tourrettes-sur-Loup tiene un trazado medieval, es un placer pasear por las callejuelas, los soportales y admirar las fachadas antiguas de las casas de piedra restauradas y las flores decorando que las embellecen más aún si cabe. En la Grande Rue, la calle principal en pleno corazón de Tourrettes, encontrarán interesantes galerías de artistas que les mostrarán su trabajo: ceramistas, joyeros, …. Hay dos puertas abovedadas que comunican con las pendientes abruptas del espolón – algo típico de pueblos defensivos como es el caso de Tourrettes -.
Cómo llegar
Por la Autopista A8 que recorre gran parte de la Costa Azul. Si vienen de Marsella, salgan en la salida 47 (Cagnes sur Mer) y tomen en dirección Vence por la carretera D36. Si vienen de Italia o Niza, salgan en la salida 47 (Cagnes sur Mer) y sigan en dirección Tourrettes-sur-Loup – Grasse por la D 2210, o en dirección Vence por la D 36 y después en dirección a Tourrettes por la D 2210.
Dónde dormir
Qué ver, qué hacer en Tourrettes-sur-Loup.
Château des Villeneuve
Este palacete de los siglos XII-XVIII y XX con su torreón de planta cuadrada, alberga el ayuntamiento y ofrece numerosas exposiciones a lo largo del año. El cuerpo del edificio está unido al torreón por una vasta escalera, del siglo XVII y XVIII, que se abre a un patio a través de una gran puerta. La plaza del ayuntamiento también es muy bella.
Iglesia St Grégoire
Este edificio reemplaza a la iglesia primitiva románica del siglo XVI, demasiado pequeña. En el muro sur aún se pueden ver una ventana y una arcada de la puerta lateral. Las piedras tienen grabados símbolos antiguos, como un pez o una paloma. La entrada actual es de estilo románico renacentista. Y la pequeña campana, del siglo XV, procede de la capilla templaria de St Martin de la Pelote.
Capilla de Saint Jean (1959)
Una bonita construcción decorada por frescos de Ralph Soupault, de estilo naïf.
La torre (s. XVI)
Esta enorme torre está situada en una de las entradas del pueblo, a la salida de la Grand-Rue por la que se accede al palacio. Entre esta casa y la entrada fortificada, está la muralla de casas unidas.
Atalaya – Place de la Libération
Esta puerta de los siglos XII, XIV y XVII, es otra de las entradas a la ciudad fortificada – la principal es la “antigua puerta” -. Conduce a la Grand Rue, y la atalaya se añade en el siglo XVI a una torre del siglo anterior.
Lavadero (1900) – Place de la Fontaine
El lavadero cubierto y con pilares posee una fuente monumenal flanqueada por un abrevadero y el lavadero propiamente dicho.a
Acueducto del Molino (rue de la Bougarde)
Este acueducto de sección estrecha franquea con un sólo arco la antigua carretera del pueblo de Vence. Llevaba las aguas de la Font-Luègne al molino de aceite – todavía se puede ver la enorme rueda de hierro del molino -.
Las Gargantas del Río Loup
Entre Grasse, Vence y Saint Paul, las Gargantas del Loup son un lugar magnífico. El “Pont du Loup” en la carretera que una Grasse a Tourrettes sur Lup marca la entrada al desfiladero. Desde ahí, hay unas vistas espléndidas del pueblo de Gourdon, situado en lo alto de unos increíbles acantilados. Si se adentran en las Gargantas, admirarán las excavaciones realizadas por el tiempo, las llamadas “marmites”. Pueden hacer un alto en la capilla situada al orillas del río: el Hermitage Saint Arnoux. Poco después, subiendo verán una impresionante cascada de 40 metros, que lelva el nombre del pueblo de Courmes, y más lejos la Cascade des Demoiselles. A continuación llegarán al Salto del Lobo (Saut du Loup), con agua abundante en primavera.
La Violeta
Tourrettes sur Loup es el único lugar de Francia donde el cultivo principal es la violeta, el clima es ideal – inviernos sin heladas, veranos secos y otoños suaves y lluviosos -. El pueblo comenzó a cultivarla de forma casi exclusiva a partir de 1880, y en la actualidad hay unos 40 productores. En 1875 se cultivan numerosas variedades en la región de Grasse dominadas por la violeta de Parma, aunque hoy la variedad que se cultiva en Tourrettes sur Loup es la Violeta Victoria, caracterizada por una flor simple con pétalos, con un pedúnculo de unos 25 cm, con un aroma muy penetrante. De octubre a marzo, en los campos de cultivo de violetas se puede respirar esta frangancia única.
Las parcelas son pequeñas – de 200 a 300 m2 -, hay cuatro explotaciones repartidas a lo largo de 4 hectáreas, al aire libre o en invernaderos. Entre el 15 de octubre y el 15 de marzo, las flores se recogen manualmente en ramos de 25 flores – aquellas que se recogen sin tallo, se destinan a la confitería -. Pero es sobre todo en febrero y marzo cuando las plantaciones al aire libre se tiñen de violeta y exhalan un perfume intenso. La confección de los ramitos es un trabajo delicado. De principios de mayo a finales de julio se recoge la hoja y se envía a las fábricas de Grasse para transformarla en componente de numerosos perfumes.
Productos derivados de la violeta
Tanto el perfume de la flor como el perfume de la hoja se consiguen químicamente a partir de las flores naturales, y sirven para aromatizar numerosos productos artesanales o industriales: agua de colonia, perfumes, cremas, jabones, productos para el baño, cremas, ambientadores, desodorantes, detergentes, suavizantes, …
La Violeta y la gastronomía
La violeta forma parte también de la gastronomía, tanto las flores como las hojas son comestibles. Desde la Antigüedad se ha utilizado en diversas recetas de cocina, y los griegos tomaban vinos perfumados con pétalos de violeta; en la Edad Media se utilizaba en jarabes y tisanas. En la actualidad, la violeta se utiliza podemos en licores, pasteles y helados. Pero una de las formas más interesantes de aunar la flor con la gastronomía la encontraron los confiteros, transformando las flores en confit, en flores cristalizadas y en caramelos. Se necesitan unas 8000 flores para fabricar un kilo de violetas cristalizadas. La transformación de flores frescas se efectúa inmediatamente después de la cosecha, y la cristalización consiste en rebozar las flores en azúcar.
Fiesta de las Violetas
No se pierdan esta magnífica fiesta en honor a las flores que mueven la economía de Tourrettes y que cierra la estación hibernal: las violetas. Suele celebrarse el primer o segundo domingo del mes de marzo, dependiendo de la floración. Las calles del pueblo se decoran con flores y se animan desde las 9 de la mañana con música y bailes para celebrar la pronta llegada de la primavera. Uno de los principales espectáculos es el Corso Fleuri, un desfile de carrozas decoradas con esmero con violetas y otras flores. La jornada se cierra con la Batalla de las flores en la que todo el mundo puede participar. La entrada es gratuita. La fiesta atrae a numerosos espectadores, artistas y artesanos. En el pueblo ese día se venden especialidades típicas de Tourrettes.
Museo de la violeta – La Bastide aux violettes
Es el museo de la violeta, donde pueden descubrir la historia de Tourrettes y de la violeta, pero también los métodos de cultivo, visitar los invernaderos de violetas y el jardín con distintas especies mediterráneas, en particular de aquellas flores y árboles utilizados para hacer perfume en la región de Grasse. Por otra parte, pueden comprar productos relacionados con las violetas.
Lugar: Barrio la Ferrage, después de la Capilla Saint-Jean, en la antigua carretera de Grasse.
Horarios: de martes a sábados, de 10:00 a 12:30 y de 13:30 a 17:00